Salmo 123:1-4
1 Canto de ascenso gradual. A ti, que habitas en los cielos,
2
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4
TÍTULO DESCRIPTIVO
La respuesta del rey al mandato de levantar los ojos tan alto como el cielo.
ANÁLISIS
Estrofa I., Salmo 123:1 , Un pareado individualista a modo de respuesta a la exhortación en Salmo 121:2 . Estrofa II., Salmo 123:2 , Israel se une para adoptar una actitud de ferviente espera en Jehová; que, en la Estrofa III., Salmo 123:3-4 , Encuentra expresión en Súplica Importuna.
(Lm.) Canción de los Pasos.
1
A ti he alzado mis ojos,
¡Oh tú que estás entronizado en los cielos!
2
¡Lo! como los ojos de los siervos a la mano de su señor,
como los ojos de una sierva a la mano de su señora
Así nuestros ojos están puestos en Jehová nuestro Dios,
hasta que tenga piedad de nosotros.
3
Ten piedad de nosotros, oh Jehová, ten piedad de nosotros,
porque en gran manera estamos saciados de desprecio:
4
Muy saciada de su parte está nuestra alma[739]
[739] Comp. Introducción, cap. III., Alma.
con el desprecio de los arrogantes,
el desprecio de los más orgullosos opresores.
(Nuevo Méjico.)
PARÁFRASIS
Oh Dios que estás en el cielo, a Ti levanto mis ojos.
2 Acudimos a Jehová nuestro Dios por Su misericordia y bondad tal como un siervo mantiene sus ojos en su amo o una esclava mira a su ama en busca de la más mínima señal.
3, 4 Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad. Porque nos hemos hartado del desprecio y de las burlas de los ricos y soberbios.
EXPOSICIÓN
Lo más natural es que el rey Ezequías, que es un hábil líder en la salmodia y un digno ejemplo de devoción, inicie este salmo; lo cual sale bien como Respuesta a la Seguridad en Salmo 121:2 La ayuda es de Jehová, Hacedor del cielo y de la tierra.
El segundo versículo recoge en expresión congregacional una representación de una actitud de espera y vigilancia hacia Jehová que es a la vez hogareña, hermosa y sugestiva. Estos adoradores, aunque están en la tierra, son inducidos a considerarse asistentes en presencia de su Rey Celestial; lleno en su vista; esperando su placer. Como asistentes personales esperan en silencio la más mínima expresión de la voluntad de su superior; observando el dedo que señala que dice Ve, la palma abierta que dice Trae, el movimiento de señas que dice Ven; así, dice el salmista, aun con tan profundo respeto y atención vigilante están nuestros ojos puestos en Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
Sin duda, una comparación tan sugerente como hermosa. Tales sirvientes conocen las maneras de su amo o ama, el significado de cada gesto familiar. No necesitan una palabra de orden formal en voz alta: todo lo que requieren es captar el más mínimo indicio de la VOLUNTAD del superior como señal suficiente para la obediencia. Y así, la más mínima palabra de Isaías, por ejemplo, sería suficiente insinuación tanto para el Rey como para su pueblo: sin (digamos) ir al Pentateuco, o al Monte Sinaí, para un formal Así dice el Señor.
Este ajuste de la actitud mental de la nación adoradora hacia Jehová se funde de inmediato en una súplica inoportuna. La súplica se expresa deliberadamente Ten piedad de nosotros, oh Jehová, y se repite enfáticamente ten piedad de nosotros; y luego ponderado con una razón: porque en gran medida estamos saciados de desprecio. ¡Vaya! ya hemos tenido suficiente de este vil y blasfemo Rabsaces y su imperioso amo.
Todos sabemos la historia. Imagina al extranjero en nuestro propio suelo; ¡y nosotros mismos en ese momento en una relación de pacto cierta y milagrosamente atestiguada con el Hacedor del cielo y la tierra! ¿ Y no deberíamos haber importunado a nuestro Dios en algunos aspectos como estos?
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1.
Este es un salmo de respuesta; ¿una respuesta a qué?
2.
Aquí se presenta una hermosa escena de la corte. una escena en la corte del rey Jehová. ¿Qué está involucrado?
3.
Cuán hermosamente se sugiere aquí la obediencia a Dios. Conversar.
4.
¿Qué significa la frase ... en gran medida estamos saciados de desprecio?