Ven a mi. ¡Una promesa! Los reyes y gobernantes se hacen difíciles de alcanzar. Nuestro Divino Salvador dice: "¡Venid a mí!" Es el Señor quien habla. Él dice: "Cornel". Invita a los que están "cansados ​​de llevar sus pesadas cargas". Él promete darles descanso. Millones en todas las edades desde entonces saben que esto es cierto. Jesús da "paz" que no está influenciada por cosas y problemas externos.

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