Éxodo 39:1-43
1 Hicieron las vestiduras tejidas de material azul, de púrpura y de carmesí, para servir en el santuario. Hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
2 Hicieron el efod de oro, de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido.
3 Extendieron láminas de oro e hicieron hilos para tejerlos junto con el material azul, la púrpura, el carmesí y el lino, obra de fina artesanía.
4 Le hicieron hombreras que se juntaban sobre él en sus dos extremos, para poderse unir.
5 Su ceñidor para ajustar el efod, el cual está sobre este, era de la misma hechura y de los mismos materiales: oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
6 Labraron las piedras de ónice con engastes de oro alrededor. Fueron grabadas con grabadura de sello, con los nombres de los hijos de Israel.
7 Y las pusieron sobre las hombreras del efod, como piedras para recordar a los hijos de Israel, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
8 Hicieron también el pectoral, obra de fina artesanía como la hechura del efod: de oro, de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido.
9 Era cuadrado y plegado; hicieron el pectoral de veintidós centímetros de largo y de veintidós centímetros de ancho, plegado.
10 Engastaron en él cuatro hileras de piedras: La primera hilera tenía un rubí, un topacio y un berilo.
11 La segunda hilera tenía una turquesa, un zafiro y un diamante.
12 La tercera hilera tenía un jacinto, un ágata y una amatista.
13 La cuarta hilera tenía un crisólito, un ónice y un jaspe. Estas piedras estaban montadas en engastes de oro.
14 Estas piedras correspondían a los nombres de los hijos de Israel; eran doce como sus nombres. Correspondían a las doce tribus, como grabaduras de sello, cada una con su nombre.
15 Hicieron también sobre el pectoral las cadenillas trenzadas como cordón, de oro puro.
16 Asimismo, hicieron los dos engastes de oro y los dos anillos de oro, y pusieron los anillos en los dos extremos del pectoral.
17 Metieron los dos cordones de oro en los dos anillos en los extremos del pectoral,
18 y fijaron los dos extremos de los dos cordones en los dos engastes y los fijaron sobre las hombreras del efod, en su parte delantera.
19 Hicieron otros dos anillos de oro que pusieron en los dos extremos del pectoral, en el borde que está al lado interior del efod.
20 Hicieron otros dos anillos de oro y los fijaron en la parte inferior de las dos hombreras del efod, en su parte delantera, frente a su unión sobre el ceñidor del efod.
21 Después ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón azul, para que estuviera sobre el ceñidor del efod y para que el pectoral no se desprendiera del efod, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
22 Hizo también la túnica del efod, obra de tejedor, toda de material azul.
23 La túnica tenía una abertura en medio de ella como abertura de coraza de cuero, con un borde alrededor de la abertura, para que no se rompiera.
24 En los bordes inferiores de la túnica hicieron las granadas de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido.
25 También hicieron las campanillas de oro puro, y las pusieron entre las granadas alrededor de los bordes de la túnica:
26 campanilla y granada, luego campanilla y granada, alrededor de los bordes de la túnica, para servir, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
27 También hicieron para Aarón y sus hijos el vestido de lino, obra de tejedor.
28 Hicieron de lino el turbante y los adornos de los otros turbantes. Y los pantalones fueron hechos de lino torcido.
29 También el cinturón era de lino torcido, de material azul, de púrpura y de carmesí, obra de bordador, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
30 Asimismo, hicieron de oro puro una lámina en forma de flor para la diadema sagrada, y con grabadura de sello inscribieron en ella: “Consagrado al SEÑOR”.
31 Sobre ella pusieron un cordón azul, para colocarla en alto sobre el turbante, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
32 Así fue acabada toda la obra de la morada, el tabernáculo de reunión. Los hijos de Israel hicieron conforme a todo lo que el SEÑOR había mandado a Moisés; así lo hicieron.
33 Llevaron a Moisés el tabernáculo, la tienda y todos sus accesorios: sus ganchos, sus tablones, sus travesaños, sus pilares, sus bases,
34 la cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, la cubierta de pieles finas, el velo de separación;
35 el arca del testimonio, sus varas y el propiciatorio;
36 la mesa con todos sus utensilios y el pan de la Presencia;
37 el candelabro de oro puro, su hilera de lámparas y todos sus utensilios; el aceite para la iluminación;
38 el altar de oro, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina de la entrada del tabernáculo;
39 el altar de bronce con su rejilla de bronce, sus varas y todos sus utensilios; la fuente y su base,
40 las mamparas del atrio, sus pilares, sus bases, la cortina de la entrada del atrio, sus cuerdas, sus estacas y todos los utensilios para el servicio en la morada, el tabernáculo de reunión;
41 las vestiduras de material tejido, para servir en el santuario, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos, para servir como sacerdotes.
42 Los hijos de Israel hicieron todo el trabajo conforme a todo lo que el SEÑOR había mandado a Moisés.
43 Moisés vio toda la obra, y he aquí que la habían hecho como el SEÑOR había mandado; así la habían hecho. Y Moisés los bendijo.
El siguiente comentario cubre los Capítulos 35 al 40.
Además de la separación de Israel de los habitantes de la tierra en la que iban a morar, que se encuentra en el capítulo 34, hay en el capítulo 35 otra parte de las instrucciones de Moisés que dio cuando descendió. No es ahora la certeza de entrar, y la conducta adecuada a los que han encontrado la gracia, absteniéndose de todo lo que pueda tender a traer el pecado de vuelta cuando estaban disfrutando de los privilegios de la gracia; Moisés les habla de la porción del pueblo bajo la influencia de esa comunicación que el mediador, como cabeza de la gracia, había establecido.
El día de reposo [1] está señalado; y, además, su pueblo (gracia así manifestada) es alentado a mostrar su buena voluntad y su liberalidad en todo lo que se refiere al servicio de Dios. En consecuencia encontramos la manifestación del espíritu de sabiduría y de don en el servicio; Dios llamando especialmente por nombre a aquellos que Él diseñó más particularmente para la obra. Esto se hizo generosamente: trajeron más de lo suficiente; y todo hombre sabio de corazón trabajaba, cada uno en las cosas para las que estaba dotado; y Moisés los bendijo.
Así fue levantado el tabernáculo, y todo puesto en su lugar, conforme al mandamiento de Dios. Acto seguido (lo que podríamos haber comentado antes), se unge todo con aceite. Cristo fue así consagrado, ungido con el Espíritu Santo y con poder; y además, habiendo hecho Cristo la paz con su sangre, teniendo todas las cosas para reconciliar (siendo Aquel que primero descendió, y luego subió, para llenar todas las cosas con su presencia, según el poder de la redención en la justicia y el amor divinos), la unción del Espíritu Santo debe llevar la eficacia de este poder en la redención por todas partes.
Por eso el tabernáculo había sido rociado con sangre. Es del poder de la presencia del Espíritu Santo de lo que se habla, de no nacer de nuevo. Dios toma posesión del tabernáculo por Su gloria, y la nube de Su presencia y de Su protección se convierte en la guía del pueblo (ya perdonado), feliz y tan grandemente bendecido, al estar bajo el gobierno y guía de Dios, y al mismo tiempo al mismo tiempo su habitación y su heredad. Pero todo seguía dependiendo de la obediencia humana, la obediencia del pueblo, y la expiación, aunque revelada en figura, no se cumplió de hecho.
Nota 1
El día de reposo siempre se encuentra siempre que haya algún principio de relación establecido entre el pueblo y Dios; es el resultado propuesto en toda relación entre Dios y su pueblo, que entren en su reposo. Debe notarse que, mientras que el pueblo claramente está sujeto a la ley, el principio de las segundas tablas era la ley después del presente perdón y misericordia. Este es exactamente el terreno en el que los cristianos quieren estar ahora: introducir la ley después de la gracia y la misericordia.
Pero esto es lo que Pablo llama el ministerio de muerte y condenación. Porque, la primera vez que subió, su rostro no resplandecía; y es a eso a lo que se refiere el apóstol en 2 Corintios 3 .