Jeremias 21:1-14
1 La palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, cuando el rey Sedequías envió a él a Pasjur hijo de Malquías y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías, para que le dijeran:
2 “Por favor, consulta por nosotros al SEÑOR, porque Nabucodonosor rey de Babilonia nos hace la guerra. Quizás el SEÑOR haga con nosotros según todas sus maravillas, y aquel se vaya de nosotros”.
3 Entonces Jeremías les dijo: “Dirán a Sedequías
4 que así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: ‘He aquí que yo haré volver atrás las armas de guerra que están en sus manos, con las cuales ustedes combaten contra el rey de Babilonia y contra los caldeos que los tienen sitiados fuera de la muralla. Y los reuniré en medio de esta ciudad.
5 Yo mismo combatiré contra ustedes con mano extendida y brazo fuerte, con furor, ira y gran indignación.
6 Heriré a los habitantes de esta ciudad, a los hombres y los animales; por una gran peste morirán.
7 Después de eso, dice el SEÑOR, entregaré en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia a Sedequías rey de Judá, a sus servidores, al pueblo y a los que queden en la ciudad después de la peste, de la espada y del hambre. Los entregaré en mano de sus enemigos y en mano de los que buscan sus vidas. Él los herirá a filo de espada. No les tendrá compasión, no tendrá lástima ni tendrá misericordia’.
8 “Y dirás a este pueblo que así ha dicho el SEÑOR: ‘He aquí, yo pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte:
9 El que se quede en esta ciudad morirá por la espada, por el hambre o por la peste. Pero el que salga y se pase a los caldeos, que los tienen sitiados, vivirá; su vida le será por botín.
10 Porque he puesto mi rostro contra esta ciudad para mal, no para bien, dice el SEÑOR. Será entregada en mano del rey de Babilonia, y él la incendiará’.
11 “Y a la casa del rey de Judá dirás: ‘Oíd la palabra del SEÑOR,
12 oh casa de David. Así ha dicho el SEÑOR: Juzguen cada mañana con justicia y liberen a quien es despojado de mano del opresor, para que, por la maldad de las obras de ustedes, no salga mi ira como fuego y se encienda, y no haya quien la apague.
13 He aquí, yo estoy contra ti, oh moradora del valle, oh roca de la llanura. A ustedes que dicen: ¿Quién marchará contra nosotros, o quién entrará en nuestras viviendas?, dice el SEÑOR,
14 yo los castigaré conforme al fruto de sus obras, dice el SEÑOR. Y prenderé fuego a su bosque, el cual devorará todos sus alrededores’ ”.
El siguiente comentario cubre los capítulos 21, 22 y 23.
Con motivo de la petición de Sedequías a Jeremías para saber si el Señor intervendría a favor del pueblo contra Nabucodonosor, el Espíritu de Dios ha reunido los testimonios que se dieron con respecto a todos los miembros de la familia de David que presidían, por así decir , en la ruina de Jerusalén-Jehoacaz ( Jeremias 22:10 ), Joacim ( Jeremias 22:13-19 ), Jeconías ( Jeremias 22:20-30 ).
El juicio de Sedequías había sido pronunciado (cap. 21); y después de haber declarado, como hemos visto, que la puerta estaba siempre abierta al arrepentimiento, y que la bendición acompañaba siempre a un andar piadoso ( Jeremias 21:12 ; Jeremias 22:1-5 ), se pronuncia de nuevo el juicio y se pronuncia una sentencia de Dios sobre los diferentes reyes.
Finalmente (cap. 23) la expresión de la indignación de Jehová contra estos malos pastores da lugar a la declaración de que Él levantará un Pastor conforme a Su corazón, a saber, el verdadero Hijo de David, el Mesías. La justa indignación y el juicio de Dios se expresan en los términos más fuertes.