Y vi cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir con una voz fuerte como el sonido de un trueno: "¡Ven!" Y miré, y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado en él tenía un arco, y le fue dada una corona de vencedor, y salió venciendo y para vencer.

Y cuando hubo abierto el segundo sello, oí al segundo ser viviente decir: "¡Ven!" Y salió otro caballo de color rojo sangre, y al que lo montaba se le permitió quitar la paz de la tierra, y hacer que los hombres se mataran unos a otros, y se le dio una gran espada.

Y cuando hubo abierto el tercer sello, oí al tercer ser viviente decir: "¡Ven!" Y he aquí vino un caballo negro, y el que lo montaba tenía en la mano la viga de una balanza. Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que decía: "Una medida de trigo por un denario, y tres medidas de cebada por un denario. Pero no debes dañar el aceite y el vino".

Y cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: "¡Ven!" Y miré, y he aquí, venía un caballo pálido, y el nombre del que lo montaba era Muerte, y el Hades lo seguía; y se les dio potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con pestilencia, y con las fieras de la tierra.

Antes de embarcarnos en una interpretación detallada de esta visión, notamos dos puntos importantes.

(i) Notemos que el origen de esta visión está en Zacarías 6:1-8 . Zacarías ve cuatro caballos que se sueltan sobre la tierra para vengarse de Babilonia y Egipto y las naciones que han oprimido al pueblo de Dios. “Estos van saliendo a los cuatro vientos del cielo, después de presentarse delante del Señor de toda la tierra” ( Zacarías 6:5 ).

Los caballos representan los cuatro poderosos vientos que Dios está a punto de soltar sobre la tierra con una ráfaga de destrucción. John no mantiene los mismos detalles; pero también para él los caballos y sus jinetes son instrumentos del juicio vengador de Dios.

(ii) Debemos explicar el método de interpretación que creemos que debe usarse. Los cuatro caballos y sus jinetes representan cuatro grandes fuerzas destructivas que en los tiempos antes del fin serán enviadas contra el mundo malvado por la santa ira de Dios. Pero John ve estas fuerzas en términos de eventos reales en el mundo que él conocía donde la vida parecía un caos, el mundo parecía estar desintegrándose y la tierra parecía estar llena de terrores.

Los caballos y sus jinetes son fuerzas de destrucción y agentes de ira; no deben identificarse con ninguna figura histórica, pero en los acontecimientos de su propio tiempo, Juan vio símbolos y tipos de la destrucción venidera.

Nuestro método de interpretación será, por lo tanto, definir la fuerza destructiva que representa cada uno de los caballos, y luego, donde sea posible, encontrar circunstancias en la historia de la época de Juan que ilustren la destrucción venidera. Veremos además que en más de un caso Juan está tratando con imágenes e ideas que formaban parte del stock en el comercio de los escritores de estas visiones de los días del fin.

El Caballo Blanco De La Conquista ( Apocalipsis 6:1-2 )

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