54. Entonces se hará pasar el dicho Esto no es simplemente una amplificación, (ἐπεξεργασία,) (137) pero también una confirmación de la declaración anterior. Porque lo que fue predicho por los Profetas debe cumplirse. Ahora, esta predicción no se cumplirá hasta que nuestros cuerpos, dejando de lado la corrupción, se incorporen a la corrupción. Por lo tanto, este último resultado también es necesario. Para que suceda, se usa aquí en el sentido de estar plenamente logrado, porque lo que Paul cita ahora se ha comenzado en nosotros, y es diario, también, recibiendo logros adicionales; pero no tendrá su cumplimiento completo hasta el último día.

Sin embargo, no parece bastante manifiesto, de qué pasaje ha tomado esta cita, ya que muchas declaraciones ocurren en los Profetas a este efecto. Solo la probabilidad es que la primera cláusula sea tomada de Isaías 25:8, donde se dice que el Señor destruirá la muerte para siempre, (138) o (como casi todos están inclinados a pensar) de Oseas 13:14, donde el Profeta, lamentando la obstinada maldad de Israel, se queja de que era como un niño inoportuno, que lucha contra los esfuerzos de su madre en la aflicción, para que no pueda salir del útero, y de esto concluye, que se debía totalmente a sí mismo, que no fue liberado de la muerte. Los rescataré, dice él, del poder de la tumba: los rescataré de la muerte. No importa si lees estas palabras en el futuro del indicativo o en el subjuntivo (139) porque de alguna manera el significado equivale a esto: que Dios estaba preparado para conferirles la salvación, si hubieran permitido que se les otorgara el favor, y que, por lo tanto, si perecían, era su culpa.

Luego agrega, ¡seré tu destrucción, oh muerte! tu ruina, oh tumba! En estas palabras, Dios insinúa que él logra la salvación de su pueblo (140) solo cuando la muerte y la tumba se reducen a nada. Porque nadie negará que en ese pasaje hay una descripción de la salvación completa. Como, por lo tanto, no vemos tal destrucción de la muerte, se deduce que todavía no disfrutamos de esa salvación completa, que Dios promete a su pueblo, y que, en consecuencia, se retrasa hasta ese día. Entonces, en consecuencia, se tragará la muerte, es decir, se reducirá a nada, (141) que podamos tener manifiestamente, en cada particular, y en todos los aspectos, (como dicen), una victoria completa sobre él. (142)

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