38. Deberás llevar mucha semilla al campo. Nuevamente hace mención de la escasez de vino, trigo y todo tipo de maíz; pero Él le asigna diferentes causas. Él proclama que la cosecha será escasa, a pesar de una siembra abundante, porque la langosta consumirá la semilla; que la cosecha será pobre, casi nada, porque los gusanos devorarán los racimos; que el aceite producido debe ser pequeño, porque las aceitunas deben marchitarse en los árboles y caerse por sí mismas. Por lo tanto, les advierte que tiene a mano innumerables ministros (satélites) con los que destruir por hambre a los transgresores de su ley. Por lo tanto, cada vez que vemos escarabajos, langostas y otros insectos atacando los frutos, debemos recordar que Dios, por así decirlo, extiende su brazo para quitarle la comida que había dado: así nos recuerda Joel, que cuando la langosta come lo que ha dejado el gusano palmer, y otro insecto que ha dejado la langosta, la maldición de Dios es lo suficientemente conspicua. (247) (Joel 1:4.) Los filósofos descubren la razón por la cual se generan más de estas pequeñas criaturas en un año que en otro; pero debemos recordar la enseñanza de Moisés, que nunca nos molestan excepto por el mandato de Dios. Porque si fuéramos sumisos a Dios, como deberíamos ser, un prodigio nunca sucedería, ya que esos viles y sucios insectos devorarían los frutos de la tierra que Él mismo ha provisto para el sustento de Sus hijos.

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