12. Que debemos ser para alabanza de su gloria. Aquí nuevamente menciona la causa final de la salvación; porque eventualmente debemos convertirnos en ilustraciones de la gloria de Dios, si no somos más que vasos de su misericordia. La palabra gloria, a modo de eminencia, (κατ ᾿ ἐξοχὴν) denota, de manera peculiar, lo que brilla en la bondad de Dios; porque no hay nada que sea más peculiarmente suyo, o en el que desee más ser glorificado, que la bondad.

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