4. Y también he establecido mi pacto. La esperanza de la liberación que había prometido anteriormente, y que los Patriarcas habían esperado, confirma al aludir al pacto, como acabo de decir; y la partícula גם, gam, que se repite dos veces, es, en el primer caso, causal, en el segundo, ilativo, tanto como para decir: "Ya que pacté con vuestros padres, por lo tanto yo ahora he decidido llevarte a la tierra de Canaán; a menos que se prefiera resolverlo así: "Yo, el mismo que establecí el pacto con tus padres, ahora también he escuchado tus gemidos". Además, debido a que el pacto se basa en la gracia libre, Dios ordena que la redención sea esperada tanto por su buen placer como por su firmeza. Pero nuevamente elogia la fe de Abraham, Isaac y Jacob, porque aceptaron pacientemente ser extraños y peregrinos en la tierra de Canaán, que por el pacto de Dios era su propia herencia legal. Porque era una prueba de su virtud ejemplar, ser vagabundos toda su vida, y no tener un solo rincón sobre el cual pisar, a menos que se les otorgara por el sufrimiento para la construcción de sus tiendas, estando a merced de sus vecinos Como los nativos siempre tienden a despreciar a los extraños. Y según esta comparación, la lentitud de corazón y la ingratitud de su posteridad es más condenada, si se niegan a tomar posesión de esta tierra, que sus padres sagrados deseaban con tanto fervor, y a la vista de la cual solo ellos se consideraban bendecidos, aunque solo eran extranjeros allí.

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