Él confirma la misma doctrina. Él dice, por lo tanto, que la destrucción ha llegado. Ahora agrega, no habrá paz. Esta confirmación no fue en vano. Los hombres siempre esperan obtener alguna ventaja dándoles la espalda; por eso se apoderan de los escondites de donde Dios los saca a la luz. Luego se forman muchas esperanzas de seguridad cuando Dios los mantiene atados. Dado que, por lo tanto, los hombres son tan resbaladizos y, al atrapar los refugios, pensar en eludir a Dios y sus juicios, el Profeta dice que, aunque buscan la paz, no encontrarán ninguno, para que no duden de esa destrucción y corte que él menciones Sigue -

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