9. Un poco de levadura. Esto se refiere, creo, a la doctrina, no a los hombres. Los protege contra las consecuencias traviesas que surgen de la corrupción de la doctrina, y les advierte que no consideren que, como se hace comúnmente, es un asunto al que se les aplica poco o ningún peligro. La estratagema de Satanás es que no intenta una destrucción declarada de todo el evangelio, sino que contamina su pureza al introducir opiniones falsas y corruptas. Por lo tanto, muchas personas se ven obligadas a pasar por alto la gravedad de la lesión realizada y, por lo tanto, a hacer una resistencia menos determinada. El apóstol proclama en voz alta que, después de que la verdad de Dios ha sido corrompida, ya no estamos a salvo. Emplea la metáfora de la levadura, que, por pequeña que sea, comunica su acidez a toda la masa. Debemos ejercer la mayor precaución para que no permitamos que cualquier falsificación sea sustituida por la doctrina pura del evangelio.

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