35. Y el más joven se levantó y se acostó con él. Este lugar nos enseña lo peligroso que es caer en las trampas de satanás. Porque, quien una vez está atrapado allí, se involucra más y más en él. Es seguro que Lot ha sido un hombre modesto, pero, o bien, que las hijas lo han superado mientras estaba abrumado por la tristeza, o que por cualquier otro medio lo sedujo a beber en exceso, una vez que se descompone en exceso, nuevamente se engaña. Día siguiente. Por lo tanto, debemos resistir diligentemente el primer comienzo, ya que es casi imposible que ellos, que alguna vez quedaron estupefactos por su dulzura, se pierdan totalmente en los vicios. Por lo tanto, los hombres deben estar en guardia contra el estímulo al mal, como males mortales; y los hombres deberían temer a cada tentación halagadora como algo venenoso. Y esta circunstancia merece atención, que Lot, entre los sodomitas por la acumulación de crímenes que casi contaminaron el cielo y la tierra, era casto y limpio, como un ángel.

¿De dónde mantuvo esa limpieza en Sodoma, sino a través del conocimiento del mal que lo rodeaba, lo que lo hizo preocupado y cuidadoso? Actualmente, estando a salvo en la montaña, Satanás lo asedia con nuevas trampas. A través de este ejemplo, el Espíritu nos exhorta a la vigilancia, que, cuando lo pensamos menos, un enemigo invisible se estira atrapado por nosotros. Del mismo modo, Moisés dijo antes que Adán fue engañado en el Paraíso. Cuando nos cuidamos, esa vigilancia nos hará estar en guardia contra todos los engaños de nuestro enemigo. Porque no hay nadie que no lleve consigo miles de tentaciones a su propio engaño.

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