2. Porque había un tabernáculo, etc. Como el Apóstol aquí toca, pero ligeramente, la estructura del tabernáculo, para que no pueda ser detenido más allá de lo que está sujeto necesario; así que también me abstendré de cualquier explicación refinada. Entonces es suficiente para nuestro propósito actual considerar el tabernáculo en sus tres partes: la primera era la corte del pueblo; el centro se llamaba comúnmente santuario; y el último fue el santuario interior, al que llamaron, a modo de eminencia, el santo de los santos. (141)

En cuanto al primer santuario, que era contiguo a la corte del pueblo, dice que estaban el candelabro y la mesa en la que se colocaba el pan de la proposición: llama a este lugar, en número plural, los santos. Luego, después de mencionar esto, el lugar más secreto, al que llamaron el lugar santísimo, aún más alejado de la vista de la gente, e incluso se ocultó de los sacerdotes que ministraron en el primer santuario; porque como por un velo, el santuario estaba cerrado al pueblo, así que otro velo mantenía a los sacerdotes lejos del lugar santísimo. Allí, dice el Apóstol, estaba el θυμιατήριον con cuyo nombre entiendo el altar del incienso, o fumigación, en lugar del incensario; (142) luego el arca del pacto, con su cubierta, los dos querubines, la olla de oro llena de maná, la vara de Aarón y las dos mesas . Hasta ahora, el Apóstol continúa describiendo el tabernáculo.

Pero él dice que la olla en la que Moisés había depositado el maná, y la vara de Aarón que había florecido, estaban en el arca con las dos mesas; pero esto parece inconsistente con la historia sagrada, que en 1 Reyes 8:9 relata que no había nada en el arca excepto las dos tablas. Pero es fácil conciliar estos dos pasajes: Dios había ordenado que la olla y la vara de Aarón se guardaran ante el testimonio; Por lo tanto, es probable que se hayan depositado en el arca, junto con las tablas. Pero cuando se construyó el Templo, estas cosas se organizaron en un orden diferente, y cierta historia lo relata como algo nuevo que el arca no tenía más que las dos tablas. (143)

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