Comentario Biblico de Juan Calvino
Jeremias 11:1
Aquí el Profeta nos enseña que los judíos, aunque continuaron profesando el santo nombre de Dios, todavía eran totalmente pérfidos y se habían apartado por completo de la ley. La importancia de este discurso es que los judíos se glorificaron en el nombre de Dios y, sin embargo, violaron su pacto, porque habían roto su fe comprometida con Dios y habían abandonado por completo la doctrina de la ley. Los judíos, sin duda, a menudo estaban muy exasperados contra Jeremías, como si estuviera defendiendo su propia causa: por lo tanto, era necesario presentarles su salida de la ley, para que pudieran sentirse seguros de que su contención no era con Jeremías sino con Moisés y con Dios mismo, el autor de la ley. Indudablemente estaban exasperados con su doctrina; pero Jeremías no pudo perdonarlos cuando vio que eran tan perversos.
Podemos entender esto mejor con un ejemplo: aunque los papistas en este día repudian abiertamente todo lo aducido por la ley, y los profetas y el evangelio, aun así discuten sobre este punto, e incluso afirman que reciben todo lo que proviene de Dios. Mientras barajan y lo hacen sin vergüenza, el que busca restaurar la adoración pura de Dios y la verdadera religión, puede tratar con ellos de la misma manera. Como por ejemplo, cuando cualquiera de los siervos de Dios se encuentra con los papistas, él puede dirigirse a ellos: - “No dejes que la disputa sea ahora entre nosotros individualmente, sino escucha lo que Dios ordenó anteriormente por Moisés, y lo que él ha confirmado más completamente por su profetas, y por fin por su Hijo unigénito y sus apóstoles; para que no sea correcto hacer nada más en contra de su palabra: ahora atiendan a la ley y a los profetas ".
Ahora entendemos cuál fue el diseño de Dios al pedirle a su siervo Jeremías que pronuncie estas palabras. Porque, a menos que consideremos debidamente la infidelidad de esa gente, nos sentiremos sorprendidos de que la palabra pacto se mencione tan a menudo, y nos parecerá no significante. Pero el Profeta, como he dicho, cuando vio que los judíos por sus cavillas hicieron evasiones, no pudo tratar con ellos de otra manera que al mostrar eso, habían violado el pacto de Dios y se habían convertido en apóstatas, habiéndose apartado por completo de la Ley. Y él dice que esto les fue ordenado por Dios: tampoco hay dudas, sino que Dios no solo sugirió esto a su siervo, sino que también le dictó la forma y la forma de hablar.