Jeremías convocó testigos, para que la confirmación de la profecía pudiera atestiguarse más completamente a la gente. Con respecto al historial de esta transacción, podemos agregar que fue enviado por primera vez a la casa del alfarero, de donde adquirió la botella; luego fue a Tophet, y allí habló en contra de sus supersticiones impías y corruptas; y finalmente, para sellar la profecía, rompió la botella en presencia de los testigos que había traído con él. Y hemos dicho que era necesario tratar con un pueblo, no solo ignorante y estúpido, sino que es peor, perverso y obstinado. No solo había importancia en el letrero, que de allí pudieran aprender el destino de la ciudad y de toda la tierra, sino que también era un sellado solemne de la profecía; y por este motivo se le ordenó que rompiera la vasija, incluso para poder mostrar, por un acto visible, el acercamiento cercano a la venganza de Dios, de la cual los judíos no tenían aprensión. Sigue -

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