Comentario Biblico de Juan Calvino
Jeremias 30:7
El Profeta continúa en este versículo para describir la pena de ese castigo por el cual la gente no sentía preocupación, porque ignoraron todas las amenazas, como ya he dicho, y ahora se habían endurecido durante muchos años para considerar que nada cosas terribles Esta, entonces, fue la razón por la que se detuvo tanto en esta denuncia, y exclamó: ¡Ay! grandioso es ese día: "grandioso" debe ser tomado por terrible; y agrega, para que no haya nada igual Fue un espectáculo terrible ver la ciudad destruida, y el Templo en parte derribado y en parte consumido por el fuego: el rey, con toda la nobleza, fue llevado al exilio, sus ojos estaban apagado, y sus hijos fueron asesinados; y luego se lo llevaron de una manera tan degradada, que morir cien veces hubiera sido más deseable que soportar tal indignidad. Por lo tanto, el Profeta no dice sin razón que ese día sería grandioso, de modo que ninguno sería así: y dijo esto, para sacudir la torpeza de la gente, porque pensaban que la ciudad santa, que Dios había elegido por su habitación, no podía caer, ni el Templo perecería, dice además, que sería un momento de angustia para la gente. Pero al final del versículo les da una esperanza de la misericordia de Dios, incluso la liberación de esta angustia. Ahora, entonces, vemos el diseño del Profeta en estos versículos. (3) - No habrá conferencia mañana a causa del Consistorio.
4. Incluso estas son las palabras que Jehová ha dicho respecto a Israel y a Judá:
5. Verdaderamente así ha dicho Jehová: (Hemos oído la voz del temblor, del miedo y no de la paz:
6. Pregúntele ahora y vea, ¿un hombre tiene un hijo con parto? ¿Cómo es? Veo a todos los hombres con las manos en los lomos como una mujer en apuros, y todas las caras se vuelven pálidas :)
7. ¡Escucha! porque grande será ese día, a nadie le gusta; Aunque será un tiempo de angustia para Jacob, pero de él se salvará:
8. Y será en ese día, dice Jehová de los ejércitos, que romperé, etc., etc.
El paréntesis explica lo que se dice al final del séptimo verso (Jeremias 30:7) y pretende ser un contraste con el gran día de liberación que se promete. - Ed.