25. Padre Justo. Compara a sus discípulos con el mundo, para describir más completamente la aprobación y el favor que habían recibido del Padre; porque es apropiado que aquellos que solo conocen a Dios, a quienes el mundo entero rechaza, se distingan por encima de los demás, y más propiamente Cristo declara con un calor especial para aquellos a quienes la incredulidad del mundo no impidió reconocer a Dios. Al llamarlo Padre Justo, Cristo desafía al mundo y su malicia; como si hubiera dicho: "Sin embargo, con orgullo, el mundo puede despreciar o rechazar a Dios, aún así no le quita nada y no puede impedir que el honor de su justicia permanezca intacto". Con estas palabras, declara que la fe de los piadosos debe fundarse en Dios, de tal manera que, aunque todo el mundo se oponga, nunca fallaría; así como, en la actualidad, debemos acusar al Papa de injusticia, a fin de reivindicar a Dios las alabanzas que se le deben.

Pero te he conocido, y estos han sabido que me has enviado. Cristo no solo dice que los discípulos conocían a Dios, sino que menciona dos pasos; primero, que ha conocido al Padre; y, en segundo lugar, que los discípulos han sabido que fue enviado por el Padre. Pero como él agrega inmediatamente después, que les ha declarado el nombre del Padre, los alaba, como he dicho, por el conocimiento de Dios: que los separa del resto del mundo. Sin embargo, debemos atender el orden de la fe, como se describe aquí. El Hijo salió del seno del Padre y, propiamente hablando, solo él conoce al Padre; y, por lo tanto, todos los que deseen acercarse a Dios deben unirse a Cristo para encontrarse con ellos, y deben dedicarse a él; y, después de haber sido conocido por los discípulos, él, finalmente, los criará a Dios el Padre.

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