6. ¿Serás sano? No pregunta al respecto, como si fuera un asunto dudoso, sino en parte para despertar en el hombre el deseo del favor que se le ofreció, y en parte para despertar la atención de los testigos que estaban presentes y que , si hubieran estado pensando en otra cosa, tal vez no hubieran percibido el milagro, como ocurre con frecuencia en casos repentinos. Por estas dos razones, por lo tanto, esta preparación fue necesaria.

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