Comentario Biblico de Juan Calvino
Lamentaciones 5:6
Él habla aquí de la mendicidad de la gente, que buscaban pan de todas partes. Dar la mano, se explica de tres maneras: algunos dicen que significa pedir humildemente; otros, para llegar a un acuerdo; y otros, para extenderlo en señal de miseria, ya que el que no puede pedir ayuda, intima sus deseos extendiendo su mano. Pero el Profeta parece simplemente querer decir que la gente estaba tan angustiada por la necesidad, que mendigaban pan. Luego tomo la expresión, para dar la mano, en el sentido de que pidieron pan, como suelen hacer los mendigos.
Ahora dice que dieron o extendieron la mano tanto a los egipcios como a los asirios, lo cual fue algo muy indigno y vergonzoso; porque los egipcios habían sido sus enemigos más problemáticos, y los asirios luego siguieron su ejemplo. En ese momento, de hecho, los egipcios fingieron ser amigos del pueblo elegido e hicieron un tratado con ellos; pero los judíos fueron despreciados por ellos como lo merecían, porque se habían prostituido como si fueran rameras. Como, entonces, habían sido despreciados por los egipcios, fue una desgracia y reproche lo más amargo, cuando se vieron obligados a mendigar pan en Egipto, y luego en Asiria; porque esto podría haberse convertido en las burlas más amargas.
Ahora, entonces, percibimos el significado del Profeta; incluso esta recompensa también Dios justamente les entregó. Les había prometido una tierra fructífera, en la que estaba listo para apoyarlos al máximo. ¿Con qué frecuencia Moisés menciona el maíz, el vino y el aceite? ¿y por qué? para que Dios pueda mostrar que esa tierra se superó en fertilidad. Era, entonces, una evidencia de una maldición extrema cuando la gente se veía obligada a mendigar pan aquí y allá, mientras que la abundancia de todas las cosas debería haber sido suficiente para abastecer incluso a los extraterrestres,
"Prestarás a otros, pero no pedirás prestado". (Deuteronomio 15:6.)
Entonces, quienes debieron haber alimentado a otros con su abundancia, quedaron tan reducidos que su necesidad los obligó a sufrir esta desgracia, a pedir pan a los egipcios y asirios. Sigue, -