1. Y cuando alguno ofrecerá. En este capítulo, Moisés prescribe
las reglas para las ofrendas a las que se les da el nombre de minha.
No eran sacrificios sangrientos, ni ofrendas de animales, sino solo
pasteles y aceite. Si alguien ofreciera harina normal, se le ordena
sazonarlo con incienso y aceit... [ Seguir leyendo ]
11. No hay ofrendas de carne, que traerán. Dios aquí prohíbe que
se le ofrezcan pasteles fermentados, mediante el cual se les enseñó
a los antiguos que el servicio de Dios se corrompe si se mezcla algún
invento extraño con él. Tampoco se puede dudar de eso. Cristo
aludió a esto cuando advirtió a su... [ Seguir leyendo ]
13. Y cada oblación de tu ofrenda de carne. La razón para saldar a
las víctimas fue muy similar, a saber, que el servicio de Dios
podría no estar exento de sabor; pero el verdadero condimento que da
gracia a los sacrificios no se encuentra en ninguna parte excepto en
la palabra de Dios. Por lo tant... [ Seguir leyendo ]
14. Y si ofreces una ofrenda de carne. Esta ofrenda es diferente de
la de las primicias, ya que fue voluntaria, mientras que las primicias
se pagaron en obediencia a la promulgación de la Ley. Pero si alguien
elige agregar algo a las primicias de su nuevo maíz, Moisés
establece la regla de que las... [ Seguir leyendo ]