1. Y el Señor habló a Moisés. Moisés ya no trata los medios de
expiar los errores cuando el pecador es culpable por falta de
consideración; pero él prescribe el modo de reconciliación, cuando
cualquiera habrá ofendido intencionalmente y deliberadamente a Dios.
Y esto es digno de mención, no sea que... [ Seguir leyendo ]
1. Asimismo, esta es la ley. Acabo de confesar que no entiendo lo
suficiente cómo estas dos palabras, חטאה, chateah, y אשם,
asham, difieren entre sí; y por lo tanto, he seguido el sentido que
comúnmente se recibe, y los llamé el pecado y la ofrenda por la
transgresión (hostiam pro peccato vel pro d... [ Seguir leyendo ]
9. Dirige a Aaron y sus hijos. Explica más claramente lo que podría
haber sido omitido; ni es sin razón que él entra cuidadosamente en
estos detalles completos, ya que Dios prefiere la obediencia a todos
los sacrificios, no estaba dispuesto a que nada permaneciera dudoso en
cuanto a los ritos exter... [ Seguir leyendo ]
14. Y esta es la Ley de la ofrenda de carne. Ya hemos visto que
había varios tipos de esta oferta; ahora, se omiten los pasteles o
las obleas, (279) y solo se menciona la harina cruda, de lo cual Dios
ordena que el sacerdote arda tanto en el altar como su mano podía
sostener. Pero esta ley era nece... [ Seguir leyendo ]
16. Y el resto de los mismos. Repite lo que hemos visto justo antes,
que el residuo de esas oblaciones, en las que había una santidad
peculiar, debería pertenecer a los sacerdotes; pero con la condición
de que no se los coma en ninguna parte excepto en el santuario.
También se da un precepto especi... [ Seguir leyendo ]
25. Habla con Aaron. En todas partes vemos cuán cuidadosamente Dios
proveyó que la gente no tenga dudas sobre nada. Y seguramente la
verdadera religión se distingue de las falsas imaginaciones por esta
peculiar marca, que Dios mismo prescribe lo que se debe hacer. Tampoco
puede la certeza, aunque l... [ Seguir leyendo ]
30. Y no hay ofrenda por el pecado. La excepción se repite tanto con
referencia a los sacrificios mencionados en el cuarto capítulo, como
también al sacrificio solemne, por el cual el sacerdote y el pueblo
se reconciliaban cada año: para personas privadas individualmente
expiaban sus pecados a un m... [ Seguir leyendo ]