29. Cuando lo vio, estaba agitada. Luke no dice que estaba agitada por la presencia del ángel, sino por su dirección. ¿Por qué entonces también menciona su presencia? (24) La razón, creo, es esta. Al percibir en el ángel algo de gloria celestial, se sintió atrapada por un temor repentino que surgió de la reverencia a Dios. Estaba agitada, porque sentía que había recibido un saludo, no de un hombre mortal, sino de un ángel de Dios. Pero Luke no dice que estaba tan agitada como para haber perdido el recuerdo. Por el contrario, menciona una indicación de una mente atenta y compuesta; porque luego agrega, y estaba considerando cuál sería ese saludo: es decir, cuál era su objeto y cuál era su significado. Al instante se le ocurrió que el ángel no había sido enviado con un propósito insignificante. Este ejemplo nos recuerda, primero, que no debemos ser observadores descuidados de las obras de Dios; y, en segundo lugar, que nuestra consideración de ellos debe estar regulada por el miedo y la reverencia.

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