Mateo 15:29 . Y Jesús partiendo de allí. Aunque es, sin duda, el mismo viaje de Cristo, a su regreso del vecindario de Sidón, que relatan Mateo y Marcos, sin embargo, en algunos puntos no están del todo de acuerdo. Es de poco tiempo que uno dice que llegó a las fronteras de Magdala, y el otro, que llegó a las costas de Dalmanutha; porque las ciudades eran adyacentes, situadas en el lago de Gennesareth, y no debemos sorprendernos de que el distrito que se encontraba entre ellas recibiera ambos nombres. (422)

Decápolis se llamaba así por contener (δέκα πόλεις) diez ciudades; y como era contiguo a Fenicia y a esa parte de Galilea que se extendía hacia el mar, Cristo debió atravesarlo cuando regresó de Fenicia a Galilea de Judea. Hay una mayor apariencia de contradicción en otra parte de la narración, donde Mateo dice que nuestro Señor curó a muchos que trabajaban bajo diversas enfermedades, mientras que Mark no se da cuenta de nadie más que de un sordo. Pero esta dificultad no necesita detenernos; Mark seleccionó para su descripción un milagro que se realizó durante el viaje, y el informe del cual apenas circulaba despertaba a los habitantes de cada parte de ese país para traer a muchas personas a Cristo para que se curaran. Ahora sabemos que los evangelistas no están ansiosos por contar todo lo que hizo Cristo, y están tan lejos de detenerse en gran medida en los milagros, que solo miran unos pocos a modo de ejemplo. Además, Mark estaba satisfecho con la producción de una instancia, en la que el poder de Cristo se muestra tan brillantemente como en otros del mismo tipo que siguió poco después.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad