13. Y Balac le dijo. Balak lo hizo, como lo hacen casi todas las personas supersticiosas; porque, dado que con ellos nada es seguro o establecido, se llevan de una especulación a otra, e intenta ahora esto y ahora lo que sea conveniente. Pero especialmente se imaginan que hay algo de poder mágico a la vista, como si los ojos contribuyeran en parte a la eficacia de sus encantamientos. De escritores profanos parece que antes era una opinión comúnmente recibida, que la mirada del encantador tenía mucho efecto sobre su arte. Balak, por lo tanto, traslada a su hechicero a otro lugar, para que allí pueda ejercer mejor sus adivinaciones. Hay cierta ambigüedad en las palabras. Algunos los expresan así: "Ven a otro lugar, para que puedas ver desde allí, (160) puedes ver una parte, y no el todo", como si Balak temía que la multitud misma asustara a Balaam o disminuyera el poder de sus encantamientos. Sin embargo, su opinión es la más probable, quienes toman el verbo ver, donde se usa la segunda vez, en tiempo perfecto, de modo que el sentido es: "Ven a un lugar donde puedas verlos; porque aún no has visto el todo, sino solo una parte; porque sabemos lo común que una cosa con los hebreos es el empleo de un tiempo por otro. Con respecto al lugar al que fue llevado Balaam, poco importa si creemos que שדה צפים, sedeh tzophim y פסגה pis'gah, son nombres propios o apelativos, ya que es suficientemente claro que, si se les dio al lugar, fue a causa de su posición; porque es muy probable que haya un lugar nivelado sobre la colina, que podría llamarse justamente "La colina de los espías".

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