1. Y el Señor habló a Moisés. Aunque no había herencia asignada a
la tribu de Leví, era necesario que se les dotara de viviendas. No se
dieron tierras donde pudieran sembrar y cosechar; pero a modo de
compensación, los diezmos eran un medio suficiente de subsistencia,
incluso después de deducir los... [ Seguir leyendo ]
4. Y los suburbios de las ciudades. Aquí aparece una discrepancia,
de donde surge una pregunta; porque Moisés primero limita los
suburbios a mil codos de la ciudad en todas las direcciones; y luego
parece extenderlos a dos mil. Algunos explican así la dificultad, a
saber, que las partes más cercana... [ Seguir leyendo ]
10. Habla a los hijos de Israel Dios designó las ciudades de
refugio, no solo para hacer distinción entre soledades de malicia y
error, sino también para que no haya sangre inocente. arrojar
precipitadamente. Hasta ahora hemos visto cuán severamente habría
castigado el asesinato: pero, en la medida... [ Seguir leyendo ]
16. Y si lo golpea con un instrumento de hierro. Dios parece
contradecirse a sí mismo cuando, un poco más adelante, absuelve a
los asesinos involuntarios, aunque pueden haber infligido la herida
con hierro o con una piedra; mientras que aquí declara absolutamente
que cualquiera que hiera a otro con... [ Seguir leyendo ]
19. El vengador (55) de la sangre misma. Cuando Dios ordenó que los
asesinos sufrieran la muerte, requirió que fueran condenados por los
jueces después del debido juicio; pero parece saborear algo de la
barbarie, que ahora debería permitir que el pariente del hombre
muerto se vengara; porque es un... [ Seguir leyendo ]
28. Porque debería haberse quedado en la ciudad de su refugio. El
período de destierro se prescribe, "hasta la muerte del sumo
sacerdote", porque habría sido cualquier cosa menos humano que todas
las esperanzas de restauración deberían haber sido cortadas del
infeliz exilio; y, cuando un nuevo sace... [ Seguir leyendo ]
30. Quien mate a cualquier persona, ahora regresa a los asesinos
deliberados, a quienes no habrá evitado, pero que aún no ha sido
castigado a menos que sea declarado culpable por pruebas legales.
Literalmente es, Quien hiere un alma, en la boca de los testigos
matará al que mata; y esta frase es os... [ Seguir leyendo ]
33. Entonces no contaminarán la tierra. En esta oración final, les
recuerda nuevamente que, a menos que ejerzan una justicia severa
contra los asesinos, serían culpables de pecado contra Dios; porque
la tierra manchada con sangre humana está contaminada, y yace bajo su
maldición, hasta que se haya... [ Seguir leyendo ]