Comentario Biblico de Juan Calvino
Salmo 124:2
2. Pero para Jehová que estaba de nuestro lado. No es sin causa que repite dos veces la misma oración. Mientras estemos en peligro, nuestro miedo es inmoderado; pero apenas somos liberados, disminuimos la grandeza de nuestra calamidad, y Satanás, engañándonos con este artificio, nos lleva a oscurecer la gracia de Dios. Desde entonces, después de haber sido maravillosamente preservados por el Señor, en su mayor parte ideamos todo tipo de circunstancias imaginarias, para borrar de nuestras mentes el recuerdo de su gracia, David, al presentar a la gente como asombrada, habita deliberadamente sobre la amplificación del peligro. En estas palabras, se nos impone una brida para mantenernos meditando sobre nuestros peligros, para que el sentido de la gracia de Dios no desaparezca de nuestras mentes. La traducción común, si el Señor no hubiera estado de nuestro lado, no expresa suficientemente el significado de David; porque él afirma que la liberación y la salvación de la gente provino de nada más que el socorro de Dios, y al mismo tiempo muestra que este socorro fue tanto cierto como evidente. Dos cosas están aquí para ser notadas claramente; primero, que el Señor había estado cerca para ayudar a sus siervos y había tomado su parte; y en segundo lugar, que al estar ya en una condición desesperada, no pudieron, por ayuda de ninguna otra parte, o de otra manera, escapar del peligro. Así se nos enseña que los hombres solo atribuyen la gloria de su preservación a Dios, cuando son persuadidos de que él se inclina tan favorablemente hacia ellos como para defenderlos y mantenerlos a salvo. En la segunda cláusula se exalta en términos elevados el poder infinito de Dios, del cual había dado abundantes pruebas para liberar a la gente, para enseñarnos que esa forma de preservar no pertenece al hombre. Por el sustantivo אדם, adán, que cuando es colectivo significa hombres en general, David parece denotar una gran cantidad de enemigos. El pueblo de Dios, como si hubiera dicho, no tuvo que luchar simplemente contra unos pocos hombres, o contra una nación, sino que fue atacado por casi todo el mundo; siendo abundantemente manifiesto que toda la humanidad era enemiga de los judíos.