1. ¡Escucha mi voz, oh Dios! Comienza diciendo que rezó con
sinceridad y con vehemencia, declarando, al mismo tiempo, lo que lo
hacía necesario. La voz se escucha en la oración, proporcionalmente
a la seriedad y el ardor que sentimos. Él condesciende las
circunstancias de angustia en las que se enc... [ Seguir leyendo ]
3 Porque han afilado su lengua como una espada. Sus enemigos, en su
ira, apuntaron a nada menos que a su vida, y aún de lo que se queja,
más que al lado, está el veneno con el que sus palabras fueron
imbuidas. Es probable que se refiera a los informes calumniosos que
sabía que se difundían falsamen... [ Seguir leyendo ]
5 Se aseguran en un mal trabajo. Él procede a quejarse de la
determinación perversa con la que persiguieron su maldad, y de sus
combinaciones entre ellos; remarcando, al mismo tiempo, la confianza
con la que se agitaban entre sí hasta los actos de iniquidad más
atrevidos. En esto puede haber pocas... [ Seguir leyendo ]
7 Y Dios les disparará una flecha. El salmista ahora se felicita a
sí mismo en la persuasión segura de que sus oraciones no han sido
sin efecto, pero ya han respondido. Aunque no parecía que se acercara
el juicio de Dios, declara que de repente sería ejecutado; y en esto
ofrece una prueba notable d... [ Seguir leyendo ]
8 Y harán que su propia lengua caiga sobre ellos Siguiendo el mismo
tema, comenta, que el veneno inventado en sus consejos secretos, y que
revelaron con sus lenguas probarían tener un efecto mortal sobre sí
mismos. El sentimiento es el mismo que el expresado en otra parte por
otra figura, cuando se... [ Seguir leyendo ]
9 Y todos los hombres verán y declararán la obra de Dios. Insiste
más plenamente en los buenos efectos que resultarían del juicio
ejecutado al dirigir a aquellos que anteriormente habían pasado por
alto a una Divina Providencia por completo, para captar un espíritu
de investigación de la singularid... [ Seguir leyendo ]