1 El que mora en el lugar secreto del Altísimo. Algunos intérpretes hebreos leen los tres primeros versos como una oración continua, hasta las palabras, él te librará de la trampa del cazador. Todo el conjunto correría así: "El que habita en el encubierto del Altísimo, y permanece bajo Su sombra, a él diré de Jehová, que él es su esperanza y defensa, y el Dios en quien puede descansar con seguridad, porque lo librará de la trampa ", etc. Esto es evidentemente una construcción forzada para poner los versos, y la razón que ha llevado a algunos a adoptarlo es débil e insuficiente. Consideran que el primer verso repite la misma cosa dos veces y, por lo tanto, no transmite un significado adecuado. Pero este es un gran error; porque el inspirado escritor del salmo, quienquiera que haya sido, declara dos ideas bastante distintas: que el que está escondido bajo la protección divina ocupa una posición segura, donde ningún arma hostil puede alcanzarlo. ¿O debería leerse el versículo? El que tiene a Dios para que sea el guardián de su seguridad descansará a la sombra de Dios; aun así, la segunda cláusula retendría un significado enfático, porque el poder de Dios sería contrastado con esa débil defensa que el hombre es capaz de extender. Aquellos que moran en el lugar secreto de Dios, aquí el salmista les dice que moren bajo su sombra, en el sentido de que experimentan hasta qué punto alcanza su protección. Los hombres generalmente buscan una gran variedad de escondites, recurriendo a uno u otro, ya que las calamidades son diferentes y amenazan con alcanzarlos; pero aquí se nos enseña que la única fortaleza segura e inexpugnable a la que podemos acceder es la protección de Dios. Contrasta la seguridad de quienes confían en Dios con la vanidad de todas las demás confidencias por las cuales podemos engañarnos a nosotros mismos.

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