Él confirma en este pasaje lo que dije recientemente: que no había razón para que los fieles abrigaran dudas o se sintieran ansiosos, porque vieron que el comienzo del edificio era malo y despreciado por el mundo; porque el Señor finalmente demostraría que fue construido por su sanción y orden, y que tendría éxito mucho mejor de lo que todos habían pensado.

Pero él dice que la palabra de Jehová vino a él; (48) y, sin embargo, al final del siguiente verso muestra que esta dirección vino de la boca del ángel. Pero es un modo de hablar bien conocido y común, que se dice que Dios mismo habla, cuando emplea a ángeles u hombres como sus agentes; porque la persona del mensajero disminuye en ningún grado la reverencia debida a la palabra: la majestad, entonces, de Dios debe permanecer inviolable en su palabra, ya sea traída a nosotros por hombres o por ángeles. Ahora el Profeta se sentía seguro de que el ángel no aducía nada, sino lo que transmitía como ministro de Dios.

La suma del todo es que el templo, aunque ocurrieron algunas interrupciones, aún estaba tan comenzado que era bastante esperado su finalización; como Dios había hecho uso de los trabajos de Zorobabel, no abandonaría el trabajo de sus manos. Como, entonces, Dios fue el principal fundador del edificio, no podía ser sino que el templo finalmente se completaría.

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