Deuteronomio 34

Deu. 34:5. Moisés llevó a los hijos de Israel al desierto y hasta la misma frontera de Canaán, pero no los llevó más allá; allí los dejó, y no fue Moisés, sino Josué o Jesús, quien los llevó al otro lado del Jordán y los llevó a Canaán, al reposo prometido, y les dio posesión de la tierra que mana leche y miel, lo que parece significar para nosotros que nunca podremos obtener el cielo o bendiciones salvadoras por la Ley.

Moisés, quien dio la Ley, parece significar aquí la Ley; la Ley lleva a las personas al desierto, es decir, puede traer almas bajo convicción, y así las conduce al desierto. Continúa en esa obra, es decir, preparatoria para la gracia salvadora y el consuelo, incluso hasta que son llevados a la próxima preparación para la conversión y el consuelo, pero ahí los deja. No puede llevarlos más allá; no puede llevarlos al otro lado del Jordán a un estado de salvación, eso debe hacerlo Jesús o el Josué espiritual.

Todo el uso de la Ley es guiar a los hombres en su viaje por el desierto, y cuando ha hecho eso, y los ha llevado a la frontera de Canaán, y a una próxima preparación para un estado de salvación, allí muere. Juan dice: "La Ley fue dada por Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo". ( Juan 1:17 , y Hebreos 7:19 ).