Éxodo 8:1

Exo. 8:1. "Deja ir a mi pueblo para que me sirva". Así como los hijos de Israel fueron redimidos de Egipto para que pudieran servir a Dios, así somos redimidos por Jesucristo, no para que tengamos libertad para pecar, sino para que podamos servir a Dios. Fueron librados de servir a sus antiguos señores los egipcios, para que sirvieran a Dios. Así somos redimidos del servicio del pecado, para que de ahora en adelante podamos servir a Dios; siendo hechos libres del pecado, llegamos a ser siervos de la justicia, como Rom.

6 en todo; Gálatas 2:17-20 . “Cristo se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” ( Tito 2:14 ; Hebreos 9:14 ; Lucas 1:74 ; Lucas 1:75 ; 2 Corintios 5:15 ).