Jer. 2:2, 3. "Me acuerdo de ti, de la bondad de tu juventud, del amor
de tus desposamientos, cuando me seguías por el desierto, en una
tierra no sembrada". Israel era santidad para el Señor y primicias de
sus frutos. Véase el versículo 21: "Pero yo te planté de vid noble,
toda de simiente recta". Sa... [ Seguir leyendo ]
Jer. 2:32. ¿Se olvidará la doncella de sus atavíos, y la novia de
su atavío? Sin embargo, mi pueblo se ha olvidado de mí días sin
número. Porque nuestra santidad es toda la justicia de Dios, toda la
belleza del alma es toda y sólo luz divina reflejada; toda gracia no
es sino el Espíritu Santo morand... [ Seguir leyendo ]