ἐγὼ. Se inserta el pronombre personal, porque el autor subraya aquí la educación especial que había recibido para su ministerio del Evangelio. No la había aprendido, como sus conversos, de la enseñanza humana, sino por la comunión directa con Dios en espíritu, como los Doce lo habían aprendido de la propia enseñanza de Cristo. Esta independencia de los cristianos mayores es un rasgo marcado en la historia de su vida. La agencia de Ananías fue necesaria para su admisión en la Iglesia, pero después de su bautismo ningún cristiano mayor aparece en escena en Damasco.

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Antiguo Testamento