EL APÓSTOL ESCRIBE LA PERORACIÓN DE SU PROPIA MANO, DENUNCIANDO LOS MOTIVOS DE LA PARTE FARISAICA. AFIRMANDO SU PROPIA CONFIANZA ABSOLUTA EN LA CRUZ Y LA NUEVA VIDA DEL ESPÍRITU, Y CONCLUYENDO CON UN LLAMADO PERSONAL Y BENDICIÓN FINAL.

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Antiguo Testamento