Θεωρεῖτε δὲ πηλίκος οὗτος. “Pero observa cuán grande era este hombre”. Su grandeza es reconocible en recibir los diezmos de Abraham, y en darle su bendición, cf. Hebreos 7:1-2 . Estos puntos son enfatizados por varios detalles. La primera evidencia de grandeza es que fue nada menos que Abraham quien le dio el diezmo del botín ᾦ δεκάτην, κ.

τ. λ. Ἀβραὰμ está en lugar enfático, pero el énfasis se multiplica por la posición de ὁ πατριάρχης. Es como si escuchara a algunos de sus lectores decir: “Debe estar equivocado, o debe referirse a algún otro Abraham y no a la fuente de todas nuestras familias y de Leví y Aarón”. Agrega ὁ πατρ. para indicar que es precisamente a este mayor de los hombres a quien el pueblo debe hasta su ser, de quien dice que Melquisedec fue mayor.

ἀκροθινίων quizás se elija también con el propósito de magnificar el don. Los griegos, después de una victoria, juntaban el botín en un montón, θῖνι, y la parte superior o mejor parte del montón, ἄκρον, se presentaba a los dioses. Cf. Pausanias de Frazer , ver. 281.

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