Jesús cuando vio al hombre tendido y comprobó (γνοὺς, habiendo aprendido del hombre o de sus amigos) que ya había pasado mucho tiempo (en esa enfermedad) dice: θέλεις ὑγιὴς γενέσθαι; “¿Desea volverse completo (saludable)?” Esta pregunta se hizo para llamar la atención del hombre y despertar la esperanza. Pero el hombre no tiene remedio: no es cuestión de voluntad, dice, sino de oportunidad.

Su misma debilidad permitió que otros se anticiparan a él; ἐν ᾧ ἔρχομαι ἐγὼ, “mientras yo vengo”, él podría, entonces, moverse un poco, pero no lo suficientemente rápido. A cada burbujeo del agua, aparentemente solo uno podía curarse. El ἄλλος πρὸ ἐμοῦ καταβαίνει fue un gran agravante de su caso.

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Antiguo Testamento