Desea lo que edifica la iglesia

Por lo tanto, Pablo instó a los hermanos de Corinto a desear los dones espirituales que serían más útiles. En particular, los instó a desear aquellos dones que serían buenos para la edificación de la iglesia. La palabra para "edificación" originalmente significaba "(el acto de) construir; construir", según Thayer. En la iglesia, llegó a significar, "el acto de uno que promueve el crecimiento de otro en sabiduría cristiana, piedad, santidad" ( 1 Corintios 14:12 ).

Si tenían el don de lenguas, Pablo animó a sus lectores a orar para que se les diera el poder de interpretarlas. Ese poder solo podía venir a través de la imposición de las manos de los apóstoles ( Hechos 8:15-17 ). Tal poder sería necesario para ayudar a los oyentes a comprender el sentido. El que oraba en un idioma extranjero podía entender, en su propio espíritu, su oración.

Pero, su entendimiento no beneficiaría a la congregación ya que no podían entender ( 1 Corintios 14:13-14 ).

Pablo deseaba que los que oraban o cantasen oraran o cantaran inspirados por el Espíritu Santo y en un idioma que la congregación pudiera entender. Hay que rezar oraciones para que todos puedan entender. De lo contrario, la congregación no sabría lo que se dijo y no podría afirmar su veracidad. Por supuesto, la oración sería verdadera, si es inspirada por el Espíritu Santo, sin embargo, la congregación no se beneficiaría si no pudiera entender ( 1 Corintios 14:15-17 ).

Pablo pudo hablar en más idiomas que nadie en Corinto. Sin embargo, cuando se reunía una congregación, a Pablo le preocupaba más cuánto aprendía y podía entender la gente, que la impresión que dejaba su capacidad. McGarvey citó a Besser diciendo: "Más vale la mitad de diez del tipo edificante que mil veces diez del otro" ( 1 Corintios 14:18-19 ).

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