Hebreos 2:2-3

Dios da una recompensa justa

La “palabra dicha por medio de ángeles” es toda la revelación del Antiguo Testamento ( Gálatas 3:10 ; Hechos 7:51:53). Puede considerarse firme porque Dios lo respaldó con Su poder. También, los que desobedecieron o descuidaron la ley fueron castigados. Los que estaban bajo ese mensaje de Dios fueron debidamente recompensados ​​por sus obras, ya fueran obedientes o desobedientes.

Habiendo tratado de manera tan justa con los que estaban bajo la ley menor, seguramente Dios tratará con justicia hoy. Claramente no escaparemos de nuestra recompensa. Hay una gran salvación disponible en Jesús. Por supuesto, esto implica que hubo algún tipo de salvación en el pasado. Esto puede referirse a aquellos que se salvaron de cosas como el diluvio, la destrucción de Sodoma y la esclavitud en Egipto ( 1 Pedro 3:20 ; 2 Pedro 2:7 ; Hechos 7:34-36 ).

O puede indicar que había salvación bajo la ley de Moisés, con su derramamiento de sangre de toros y machos cabríos. Si esto último es cierto, debe recordarse que aquellos en la era Mosaica no podrían alcanzar la perfección sin la venida de Cristo (11:39-40). En cualquier caso, la salvación que Cristo trajo es mayor (2:2-3).