Hechos 1:1-3

Preparando el escenario

Lucas le dice a su lector que su primer libro expone las cosas que Jesús hizo y enseñó. Parece significativo que mencionara primero las acciones y luego las palabras. A diferencia de aquellos de nosotros que hemos pecado, las acciones de Jesús fueron consistentes con su predicación. De hecho, subrayaron sus enseñanzas. Esas acciones y palabras concluyeron el día en que nuestro Señor ascendió a los cielos para sentarse a la diestra del Padre. En sus instrucciones después de la resurrección, se preparó el escenario para el resto del libro de los Hechos (1:1).

Mientras estuvo en la tierra, Jesús tomó la forma de un hombre y confió en el Espíritu Santo para que lo capacitara para obrar milagros. Tal resultó en la advertencia que Jesús dio a aquellos que atribuirían su poder para obrar milagros al diablo. Después de todo, realmente hizo milagros por el poder del Espíritu Santo ( Marco 3:20-30 ). Pablo incluso les dijo a los hermanos romanos que fue resucitado por el poder del Espíritu ( Romanos 1:4 ). Lucas nos dice que Jesús también dio órdenes por medio del Espíritu Santo (1:2).

Los apóstoles fueron los que recibieron esos mandamientos del Cristo. Después de todo, lo habían visto con vida después de su muerte y sepultura, como lo pudieron probar más de quinientos testigos ( 1 Corintios 15:1-11 ). Durante cuarenta días, el Rey resucitado enseñó a sus apóstoles escogidos verdades importantes acerca del reino de Dios, o iglesia (1:3).

Desde que Jesús ascendió, habló a sus apóstoles por medio del Espíritu prometido ( Juan 16:13 ). Entonces, en el sentido más verdadero, el título de este libro podría ser "Los hechos de Jesús vistos en la obra del Espíritu en la vida de los apóstoles".