Jueces 17:7-13
7 Había un joven de Belén de Judá, de la tribu de Judá, que era levita y vivía allí como forastero.
8 Este hombre había partido de la ciudad de Belén de Judá para ir a residir donde encontrara lugar. Y en su caminar por la región montañosa de Efraín llegó a la casa de Micaías.
9 Y Micaías le preguntó: — ¿De dónde vienes? Él le respondió: — Soy un levita de Belén de Judá, y voy a residir donde encuentre lugar.
10 Entonces le dijo Micaías: — Quédate conmigo y sé para mí como padre y sacerdote. Yo te daré ciento diez gramos de plata por año, y tu ropa y tu comida. El levita entró.
11 El levita convino en habitar con aquel hombre, y el joven llegó a ser para él como uno de sus hijos.
12 Micaías invistió al levita, el cual le servía de sacerdote y vivía en la casa de Micaías.
13 Micaías dijo: — ¡Ahora sé que el SEÑOR me prosperará, porque un levita ha venido a ser mi sacerdote!
Un levita que había estado viviendo en Belén salió en busca de un nuevo lugar para vivir y llegó a la casa de Micaía. Miqueas le ofreció pagarle diez siclos de plata al año junto con un traje de vestir y alimentos para servir en su casa de Dios. Cuando accedió a aceptar, Miqueas estaba feliz porque creía que el Señor ahora lo haría prosperar (17:7-13).