CAPÍTULO 10

SINOPSIS DEL CAPITULO

Hablando de la contienda, en que son recompensados ​​los que se niegan a sí mismos y luchan lícitamente, y en que son condenados y confundidos los perezosos y desenfrenados, de que trató el Apóstol al final del capítulo anterior, continúa a las costumbres de los hebreos de antaño, sus lujurias y vicios, especialmente la idolatría, su castigo y condenación, para que con tales ejemplos pueda enseñar a los corintios cómo deben guardarse los vicios y las tentaciones, y especialmente la idolatría.

En consecuencia, en el ver. 18 desciende y vuelve a las cosas ofrecidas a los ídolos, y responde a una pregunta sobre ellos que se había planteado en el capítulo viii. Y

i. Establece que no les es lícito comer de las cosas que se ofrecen a los ídolos; porque esto sería dar consentimiento al sacrificio y profesar adoración de ídolos.

ii. En ver. 22 señala que no es lícito comer de ellos cuando los hermanos más débiles se ofenden por ello. Por lo tanto en ver. 31 recomienda a los corintios edificar sobre todas las cosas, y les ordena que hagan todo para la gloria de Dios y la salvación de sus prójimos.

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