CAPÍTULO IV.

SINOPSIS DEL CAPITULO

San Pablo prosigue en su tarea de desarraigar las divisiones, la soberbia y la jactancia de los corintios, y especialmente de algunos de sus maestros que lo despreciaban. Y

i. Muestra que no le importa nada el juicio de ellos, o el de otros hombres, sino sólo el de Dios.

ii. Él reprende su júbilo por sus regalos (vers. 7, 8).

iii. Y principalmente apela al ejemplo de sí mismo y de los demás Apóstoles, quienes, como escoria del mundo, predicaron el Evangelio con humildad, despreciados y perseguidos por todos (vers. 9-14).

IV. Los exhorta como a hijos suyos, como si los hubiera engendrado en Cristo, y amenaza con ir pronto a Corinto para reprender y castigar a estos falsos, jactanciosos y engreídos maestros (vers. 15-21).

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