¿Y de dónde me viene esto a mí, que la Madre de mi Señor venga a mí ? Estas son palabras de la mayor humildad y reverencia; Juan imitó a su madre, diciendo cuando Cristo vino a ser bautizado por él: "Yo tengo necesidad de ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?"

Señor , ese es Dios, Quien es llamado absolutamente el Señor , porque Él es Rey de reyes y Señor de señores. Por tanto, es claro 1. Que la humanidad de Cristo ya estaba en Cristo dotada de vida y unida al Verbo o Hijo de Dios. 2. Que la Santísima Virgen se llama con razón θεότοκος , es decir , Madre de Dios y no sólo χζιστότοκος , Madre de Cristo, como sostenía Nestorio.

3. Que en Cristo hay dos naturalezas, la humana, pues sólo ésta pudo tomar de su Virgen Madre; y lo Divino, que sólo el Padre le comunicó; sino una Persona, no humana, sino Divina. Porque si en Cristo hubiera habido dos personas, como hay dos naturalezas, no se podría decir propiamente que Dios nació de una virgen, que padeció y fue crucificado, sino otra persona, es decir, un hombre, o la persona de un hombre; pero ahora bien se dice así, porque en Cristo hay una sola persona; razón por la cual los atributos de una naturaleza pueden atribuirse en concreto a la otra, para que este hombre, Jesús, pueda llamarse propiamente Dios, eterno y Todopoderoso; y por otro lado, Dios en Él puede llamarse propiamente hombre, pasible y mortal, sí, incluso puede decirse que sufrió y murió; porque es la misma Persona,

Pues la acción pertenece a las personas; y esta única (divina) Persona en Cristo es representada igualmente por la palabra hombre, o Jesús, y por la palabra Dios o Hijo de Dios. Por tanto, lo que verdaderamente se dice de uno, también se dice verdaderamente de otro.

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