Por esta causa también agradecemos a Dios - Además de las razones de agradecimiento ya sugeridas, el apóstol aquí se refiere al hecho de que recibieron la verdad, cuando era predicaron, de tal manera que demostraran que creían plenamente que era la palabra de Dios.

No como la palabra de los hombres - No es de origen humano, sino como una revelación divina. No fue llevado a aceptarlo por el razonamiento humano, ni por las meras artes de la persuasión, ni por el respeto personal hacia los demás, sino por su convicción de que era una revelación de Dios. Solo cuando se abraza el evangelio de esta manera, la religión se mostrará suficiente para soportar las pruebas ardientes a las que los cristianos pueden estar expuestos. El que está convencido por el simple razonamiento humano puede ver sacudida su fe por el razonamiento ingenioso opuesto; el que sea ganado por las meras artes de la elocuencia popular no tendrá fe, lo cual será una prueba contra artes similares en la causa del error; el que abraza la religión por mero respeto por un pastor, padre o amigo, o porque otros lo hacen, puede abandonarla cuando la corriente popular se dirija en una dirección diferente, o cuando sus amigos adopten puntos de vista diferentes; pero el que abraza la religión como la verdad de Dios, y desde el amor de la verdad, tendrá una fe, como la de los Tesalonicenses, que resistirá cada prueba.

Que efectivamente trabaja también en ustedes que creen - La palabra traducida como "que" aquí - ὅς hos - puede referirse a "verdad" "O a" Dios ". La construcción gramatical admitirá cualquiera de los dos, pero no es material el que se adopte. Cualquiera de ellos expresa un sentido innegablemente verdadero y de gran importancia. El significado es que la verdad se hizo eficaz en la mente de todos los que se convirtieron en verdaderos cristianos. Los indujo a abandonar sus pecados, a dedicarse a Dios, a llevar vidas puras y santas, y les permitió soportar las pruebas y tentaciones de la vida; compare notas en Filipenses 2:12; Hebreos 13:21. La ilustración particular aquí es que cuando abrazaron el evangelio, tuvieron tanta eficacia en sus corazones como para prepararlos para enfrentar todos los terrores de la amarga persecución sin encogerse.

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