Comentario Biblico de Albert Barnes
Job 22:5
¿No es grande tu maldad? - Es decir, "¿No es una presunción y una locura absoluta para un hombre, cuya maldad indudablemente es tan grande, presumir entrar en un litigio con Dios?" Elifaz aquí "asume" como una propuesta innegable, que Job fue un gran pecador. Este cargo no se había hecho directamente antes. Él y sus amigos habían discutido evidentemente sobre esa suposición, y habían sostenido que alguien que era un gran pecador sería castigado en esta vida por ello, y habían dejado implícito, sin dudarlo, que consideraban a Job. Pero la acusación no se había hecho antes tan abiertamente. Aquí Elifaz argumenta como si ese fuera un punto que no podría ser discutido. La única "prueba" de que él tenía, hasta donde parece, era que Job había sido afligido porque mantenían que los "grandes pecadores" "serían" y, por lo tanto, concluyeron que él debía ser así. No se hace referencia a ningún hecho, excepto que fue un gran paciente y, sin embargo, sobre la base de esto, se da por sentado que "debe haber sido" un hombre que había hecho una promesa sin causa; se había negado a dar agua a los sedientos; había sido un opresor, etc.
¿Y tus iniquidades infinitas? - Hebreo “Y no hay fin para tus iniquidades”, es decir, no tienen número. Esto no significa que el pecado sea un "mal infinito", o que sus pecados fueran infinitos en grado; pero que si uno tratara de calcular el número de sus transgresiones, no tendría fin. Este, creo, es el único lugar en la Biblia donde se habla del pecado, en cualquier aspecto, como "infinito"; y esto no puede usarse como texto de prueba, para mostrar que el pecado es un mal infinito, para:
(1) ese no es el significado del pasaje incluso con respecto a Job;
(2) no hace ninguna afirmación con respecto al pecado en general; y
(3) era falso, incluso en lo que respecta a Job, y en el sentido en que Zofar tenía la intención de usar la frase.
No hay un sentido inteligible en el que se pueda decir que el pecado es "un mal infinito"; y ningún argumento debe basarse en tal declaración, para demostrar que el pecado exigió una expiación infinita, o que merece sufrimientos eternos. Esas doctrinas se pueden defender sobre bases sólidas: no se debe hacer que descansen en una suposición falsa o en una interpretación falsa de las Escrituras.