El propósito del escritor es educar. Está escribiendo lo que podría llamarse un manual ético para los jóvenes, aunque no solo para los jóvenes. De todos los libros del Antiguo Testamento, este es el que podemos considerar como el más educativo. Una comparación con un manual similar, los "dichos de los padres", en la Mishná, ayudaría al alumno a medir la diferencia entre la enseñanza bíblica y rabínica.

Sabiduría - El poder por el cual la personalidad humana alcanza su más alta perfección espiritual, por la cual todos los elementos inferiores se armonizan con los más altos, se personifica actualmente como vivificante y creativo Compare las notas de Job 28:23, etc.

Instrucción - i. e., disciplina o entrenamiento, el complemento práctico de la sabiduría más especulativa.

Comprensión - El poder de distinguir lo correcto de lo incorrecto, la verdad de su falsificación. Las tres palabras σοφία sophia, παιδεία paideia, φρόνησις phronēsis (Septuaginta), expresa muy felizmente la relación de las palabras en hebreo.

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