La decepción causada por aquel que promete mucho y realiza poco o nada, se compara con los fenómenos de un clima oriental; la sequía del verano, la expectativa ansiosa de los hombres que miran las nubes crecientes y la brisa refrescante, la amarga decepción cuando la brisa se apaga, y las nubes desaparecen, y el deseo de lluvia no llega.

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