Este salmo también se titula "Una canción de grados". Consulte las notas en Introducción a Salmo 120:1. El autor y la ocasión en que se compuso son desconocidos, como también es la razón por la que se incluyó en este grupo de salmos.

El lenguaje del salmo parece ser el de un individuo; pero la mayoría de los intérpretes suponen que es un individuo que habla en nombre de la nación y representa sus calamidades y su penitencia. Algunos han imaginado que la persona representada como hablando en Salmo 130:7 es un individuo diferente del que habla en la otra parte del salmo, pero parece que no hay fundamento para esta opinión. Se supone comúnmente que el salmo tenía referencia al estado de los judíos en el cautiverio de Babilonia, pero no hay necesidad de limitarlo a ese período, si de hecho tiene alguna referencia al pueblo de Israel. Hubo muchas ocasiones en su historia cuando el lenguaje del salmo no sería menos apropiado que en ese momento. Pero no hay necesidad en absoluto de suponer que se refiere a la nación como tal. Puede ser el lenguaje de un individuo, lamentando sus pecados y suplicando misericordia, expresando una profunda convicción de pecado y una humilde confianza en Dios como la única esperanza para un pecador convencido, condenado y penitente. Como tal, representaría lo que ha ocurrido en miles de casos cuando los pecadores han sido condenados por el pecado y han llorado por misericordia. Entendido de esta manera, es uno de los salmos más instructivos y conmovedores. No sé de ninguna razón por la que no se lo considere así.

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