Alégrate en el Señor - Alégrate en el Señor. Alégrate de que hay un Dios; regocíjate de que él es tal como es; regocíjate en su favor; encuentra tu alegría, tu alegría suprema, en él. Compare Filipenses 3:1, tenga en cuenta; Filipenses 4:4, nota.

Ye justos - Ustedes que están dispuestos a ir a él y confesar sus pecados; ustedes que están dispuestos a servirle y obedecerle. Vea las notas en Salmo 32:6. El significado es que aquellos que están dispuestos a confesar sus pecados, y están dispuestos a someterse a él sin ser obligados por la fuerza, como lo están el caballo y la mula, encontrarán una ocasión para regocijarse. Encontrarán a un Dios que sea digno de su amor, y encontrarán la verdadera felicidad en él.

Y grita de alegría - Expresa tu alegría. Que no permanezca simplemente en el corazón; pero entrégalo en el lenguaje de la canción. Si alguno de los habitantes de la tierra tiene ocasión de proferir elogios, son los redimidos; cuyos pecados son perdonados; que tienen la esperanza del cielo Si hay alguna ocasión en la que el corazón debe estar lleno de alegría, y cuando los labios deben emitir fuertes voces de alabanza, es cuando uno presiona con la conciencia de la culpa, y abrumado con las aprensiones de la ira, confiesa a Dios , y asegura la esperanza del cielo.

Todos los que son rectos de corazón - Es decir, que son sinceros en su confesión de pecado y en sus deseos de asegurar el favor de Dios. Los que tienen ocasión de gozo, porque Dios se mostrará misericordioso, como lo hizo con el salmista cuando confesó el pecado; a tal dios le dará las muestras de su favor, y la esperanza del cielo, como él lo hizo a él. La experiencia del salmista, por lo tanto, como se registra en este salmo, debe estar llena de aliento a todos los que están cargados con un sentido de pecado. Advertidos por su experiencia, no deberían tratar de ocultar sus transgresiones en su propio seno, sino que deberían ir de inmediato, ya que al final se vio obligado a hacerlo, y hacer una confesión plena y libre a Dios. Al hacerlo, descubrirán que Dios no es lento para perdonarlos, y para llenar sus corazones de paz y sus labios de alabanza.

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