Por esta causa os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os hará recordar mis caminos que son en Cristo, tal como enseño por todas partes en cada iglesia. [Para ayudarte a imitarme, he enviado a Timoteo. Él puede decirte cómo enseño, sin acomodar el evangelio a los prejuicios y debilidades de ninguna localidad; y él puede, como mi hijo espiritual, ayudarte con su propia forma de vida a recordar la mía.

Pablo sabía que tan pronto como se enteraran de este envío de Timoteo, sus enemigos concluirían que había enviado un mensajero porque tenía miedo de enfrentarse a la iglesia él mismo. Instantáneamente, por lo tanto, procede a contrarrestar esta conclusión.]

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